La mayoría de los programas pre-kinder han sido diseñados para ayudar a los niños a desarrollar las destrezas que requieren para salir adelante en la escuela. Muchos de estos programas se focalizan en niños que se han quedado atrás en las destrezas básicas de aprendizaje. Es preocupante que niños tan pequeños como de tres, cuatro y cinco años están siendo expulsados de programas por razones relacionadas con su comportamiento. Que un niño sea expulsado de un centro de cuidado de niños o de la escuela resulta muy duro para los padres y muy dañino para sus hijos. También plantea muchas preguntas de importancia. ¿Qué dice esto acerca del éxito a largo plazo de estos niños en la escuela? ¿Qué dice acerca de la forma en que los adultos perciben el comportamiento de los niños?
Son muchos los posibles resultados negativos cuando un niño es expulsado de un programa de cuidado de niños o de la escuela, entre ellos los siguientes:
La pérdida de tiempo de los padres en el trabajo.
El estrés para la familia.
Las dificultades del encontrar otra escuela u otro programa de cuidado de niños.
El niño se siente confundido y rechazado.
Los padres se sienten rechazados.
Los padres no saben dónde recurrir en busca de ayuda.
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